Últimamente estoy escribiendo varios artículos “cómo superar el miedo a la muerte”. Al final de artículo linkado había una serie de indicaciones para reducir el miedo a la muerte. Esas indicaciones las podemos resumir en:
Superar el miedo a la muerte viviendo mejor tu vida
- Vive tu vida con sentido
- Pon énfasis en lo que tienes y no en lo que te falta
- Crea un destino del que no puedas arrepentirte
- Ama tu vida.
Así que en referencia a vivir la vida con sentido y buscar un destino al que amar. Se me ocurre compartir contigo un ejercicio para empezar a buscar sentido a tu vida.
El Mito del Eterno Retorno
Se trata de jugar con el “mito del eterno retorno”. El mito aparece por primera vez en la filosofía estoica, así que tiene más de 2.000 años de antigüedad. Friedrich Nietzsche lo populariza al incluirlo en su obra “Así hablo Zaratustra” (1883). Zaratustra plantea un desafío: si tuvieras que vivir la misma vida una y otra vez por toda la eternidad, ¿en qué cambiarías?
Mi propósito con este juego no es hacer que te ahogues en un mar de arrepentimiento por lo pasado, sino lograr que tu mirada se vuelva hacia el futuro. Si la vida que estás viviendo se va a repetir de la misma manera una y otra vez hasta el infinito hay una cosa que ya no puedes cambiar: El pasado.
Renunciar a cambiar el pasado
Tarde o temprano tenemos que renunciar a la existencia de un pasado mejor. Lo que ya está hecho no se puede cambiar. Así que en tu mano sólo está cambiar lo que ocurra a partir de ahora. En otras palabras; de tí sólo depende cómo vivas el futuro.
Y la siguiente pregunta que tiene la capacidad potencial de cambiar tu vida: ¿Qué puedes hacer ahora en tu vida para que, dentro de un año, o cinco, o los que sean, no sientas la desagradable sensación que te arrepientes de lo vivido? Dicho de otra manera: ¿Puedes encontrar una manera de vivir sin seguir acumulando arrepentimiento? ¿De qué manera puedes vivir más en paz?
No se producirá un cambio positivo en tu vida mientras te sigas aferrando a la idea de que la razón por la cual no vives bien está fuera de ti. Si otorgas toda la responsabilidad de lo que te ocurre a lo que hay fuera –tu educación, unos padres poco amorosos, gente que te ha trata injustamente, condiciones laborales injustas, malos genes-, tu situación seguirá estancada. Tú y sólo tú eres el responsable de los aspectos cruciales de tu situación en la vida. Aunque te debas enfrentar a abrumadores obstáculos externos, tienes la libertad de qué actitud adoptar ante ellos.
Así que, te animo a que pongas en marcha tu imaginación y te atrevas con el ejercicio. Estaré encantado de que me cuentes cómo ha ido y de saber de primera mano cómo te ha movido este juego.
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