¿Te preocupa el futuro? ¿Tienes miedo que te ocurra alguna desgracia?¿La situación política actual te llena de inquietud? Si la incertidumbre se apodera de ti, Si quieres superar el miedo al futuro este artículo te va a interesar. Al final del texto te doy algunas pautas para poder gestionar la incertidumbre y para superar el miedo al futuro.

Este texto lo tenía pensado y medio escrito desde hace tiempo, pero cosas del destino lo estoy terminando y maquetando horas antes de una posible declaración de independencia de Catalunya y las consecuencias que eso puede traer. Eso sí que es estar en un momento de incertidumbre ¿no?

Por qué tenemos miedo a la incertidumbre y el futuro

El futuro y la incertidumbre te provocan miedo simplemente porque no sabes lo que  va a ocurrir. Se activa una señal de peligro en lo más profundo de ti. Ese peligro va dirigido directamente hacia tu sensación de seguridad, o mejor dicho, a la posible pérdida de esa seguridad. Es por eso que la incertidumbre golpea tan fuerte. Te enfrenta al miedo a que pasará algo que te será perjudicial.

Una característica de los que vivimos en la sociedad occidental es que estamos educados más en tener la atención más hacia el pasado y hacia el futuro que hacia el momento presente. Hacemos proyectos, pensamos en el futuro, en el fin de semana, en las vacaciones en la jubilación… pero tenemos tendencia a disfrutar poco del presente inmediato. Estamos poco en el aquí y ahora.

Uno de los mecanismos que se encienden cuando piensas en el futuro es la de imaginar las posibilidades que se darán. Seguramente tienes una gran capacidad para imaginar escenarios difíciles o catastróficos –curiosamente cuando te enfocas en el futuro de esta manera rara vez te traes de allí posibilidades alegres y beneficiosas para ti .-  En pocas palabras: te “vas” al futuro, imaginas los peores escenarios y te los traes al presente. Así el presente donde no ocurre nada malo queda convertido en un infierno.

Los  mecanismos que pongo a continuación ayudan a disparar el miedo al futuro.

 

Necesidad de control.

En alguna medida necesitas sentir que controlas las situaciones. Esa sensación de control te proporciona tranquilidad y seguridad. Es una sensación como de “todo está bien”. Para sentirte bien tu (y todos) Intentamos tener la certeza de que controlaremos lo que ocurrirá, aunque eso no sea más una ilusión. En realidad sólo puedes controlar lo que depende de ti.

 

Miedo al cambio.

Lo conocido proporciona seguridad y lo desconocido –mas si tienes dudas de cómo lo vas a enfrentar- genera miedo. El médico y psicoterapeuta Norverto Levy expone siempre que el miedo es una señal que informa de que hay una desproporción que estoy enfrentando (o enfrentaré) y los recursos que yo tengo.

Simplemente asumimos la idea de que no vamos a ser capaces de enfrentar lo que se aproxima  o va a ser a un elevado coste.

Un antídoto, aunque no es automático ni una poción mágica, es el de ir tomando conciencia de que todo cambia. Todo está en continuo cambio. Las cosas, las situaciones y las personas llegan, se quedan un tiempo y marchan. Y no podemos hacer nada.

 

Miedo a las pérdidas

La pérdida, tanto material como emocional es de las peores cosas que te pueden ocurrir y la fantasía de que eso ocurra te puede llenar de preocupación y de miedo.

El miedo la mayoría de las veces va unido a perder algo valioso: la salud, el trabajo, la autoestima, el apoyo de los amigos o un ser querido. El miedo a perder algo de tanto valor puede hacer que te esfuerces de mil maneras para que eso no ocurra. Puedes preocuparte hasta el infinito porque tu pareja no llama hasta tener un ataque de ansiedad, o sufrir por tu salud o incluso puedes sufrir de estrés crónico y tensión alta por la preocupación de perder en algún momento tu trabajo.

Otra vez nos enfrentamos con la necesidad de control. Tengo una noticia para ti: no eres DIOS. No lo puedes todo. Y otra vez lo repito, hay cosas que no dependen de ti. Preocuparse no es una solución.

 

Cómo nos afecta el miedo al futuro

Como sabes el miedo es una señal de un posible peligro. Si tenemos miedo al futuro es que lo consideras peligroso. Si el miedo es desmesurado pueden ocurrir dos extremos. Que te sientas incapaz de afrontar lo que ocurre y cada vez te sientas más bloqueada o en el extremo contrario que estés continuamente enfadada porque te sientas agredida.

 

El mundo es como es. No como te gustaría a ti que fuera.

Asumir esta premisa no quiere decir que te abandones a un fatalismo del destino donde tu no tienes nada que hacer. Al contrario. Asumir que las cosas son como son te da la oportunidad de enfocarte en la realidad. En lo que puedes hacer porque depende de ti y asumir que hay cosas que escapan a tu control. Este posicionamiento te da responsabilidad sobre tus actos y te evita culpabilizar al destino, a tu familia o a tu entorno de lo que te ocurre.

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Algunas estrategias para gestionar la incertidumbre y superar el miedo al futuro.

Las estrategias que propongo a continuación no son soluciones mágicas. Son acciones sencillas que puedes empezar a practicar. También puedes revisar los artículos “4 pasos para gestionar el miedo” y “3 estrategias para que el miedo no controle tu vida” donde hay más claves que te ayudarán.

Identifica qué es lo que te da miedo.

Definir lo más exactamente posible qué es lo que te da miedo será de gran ayuda para poder encarar la situación. No es lo mismo tener “miedo” en general que poder decir que tengo miedo a la pérdida de la salud, o a la marcha de mi hijo, o a la pérdida del trabajo. Definir lo que te da miedo ayudará a que te pongas en marcha con una dirección más concreta y puedas salir del bucle en el que estás.

No intentes eliminar el miedo

El miedo al futuro no lo vas a eliminar. Eso sí, puedes hacer pequeños cambios que favorezcan que te sientas mejor, que actúes más en tu vida o que no te quedes quieta esperando que sucedan los acontecimientos.

Busca apoyo entre familiares o amigos

Una de las cualidades del miedo es que es una emoción que suele retraer a la persona. Esa retracción puede tener como consecuencia que te aísles poco a poco. En la medida de lo posible comparte con familiares y amigos tu incertidumbre y tu miedo al futuro. Sin buscar una solución en ellos, simplemente que te puedan dar apoyo. El apoyo y la comprensión son actitudes que disuelven el miedo.

Conecta con lo realmente importante. Relativiza el problema

Cuando piensas en un problema futuro lo que ocurre es que te centras demasiado en el problema y te desconectas de multitud de cosas.  La primera de la que desconectas es del placer y del disfrute.

Es importante que vuelvas a conectar con lo que te hace  disfrutar y comiences a valorar qué es lo realmente importante para ti. ¿La familia? ¿Los amigos?  ¿la tranquilidad?. Es de un valor incalculable volver a estar en contacto con las cosas que te llenan, las cuales son el verdadero aliciente de tu vida.

Ten en cuenta tus capacidades.

El médico y psicoterapeuta Norverto Levy expone siempre que el miedo es una señal que informa de que hay una desproporción entre la tarea que estás  enfrentando (o enfrentarás) y los recursos que tienes.

El miedo aparece porque asumes que no vas a ser capaz de enfrentar lo que se aproxima  o va a ser a un elevado coste.  Ten en cuenta tus capacidades. Seguro que en alguna ocasión has enfrentado algo parecido a lo que se avecina y saliste de esa situación. ¿Qué capacidades te ayudaron? ¿Qué hiciste en aquella ocasión?. Rememorarlo y saber con qué herramientas cuentas te da la posibilidad de encarar el futuro con algo más de serenidad.

Por último sólo me gustaría recordar que el presente es lo único que tenemos. Tu decides que haces con él.

 

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